Cuentos de Peregrino

Un lugar de encuentro con los sueños y las fantasías...

jueves, 4 de febrero de 2016

Imponderables



Se juraron pasión eterna,  convencidos que ninguna circunstancia podría afectar su relación.  Presurosos buscaron un candado grande, así como el tamaño de su cariño.  Corrieron a colocarlo en el puente del amor, seguros que su fortaleza y permanencia les garantizaba la eternidad.
Poco tiempo después, la relación atravesaba una profunda crisis. Decididos, fueron con sus llaves a recuperar el candado y desandar el camino…
Intentaron una y otra vez y tantas otras fracasaron. Quizá la humedad, la corrosión, el paso del tiempo, las llaves dañadas…   No lo sabían, pero tenían la certeza de que este imponderable les impediría concluir lo que parecía tener destino final...
Se alejaron caminando lentamente, cabizbajos, tomados de las manos… No les quedaba opción, el candado continuaba más firme que nunca…

                                                                              Peregrino

2 comentarios:

  1. Hermoso relato a veces el candado se niega a volver atrás en el tiempo. Saludos.

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    Respuestas
    1. Mara: Gracias por pasar y por comentar. Y, sí, ciertas veces no se puede desandar el camino...

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